miércoles, 13 de octubre de 2010

AUTOJUSTIFICACIÓN



La mayor parte de las personas, tienden a justificar sus propias acciones, creencias y sentimientos. Cuando una persona hace algo, intentará, si es posible, convencerse a sí misma de que era una cosa lógica y razonable.

Stanley Schachter y Jerry Singer realizaron un experimento, en el que nos sitúan en el epicentro de un terremoto. A nuestro alrededor hay edificios cayéndose, muertos y heridos. Por esto, pregunta si hay alguna necesidad de buscar justificación a este miedo. La respuesta es no, ya que las pruebas están a la vista. Basta con ver a las personas heridas o muertas y los edificios derrumbados. Sin embargo, si percibimos un temblor de la tierra provocado por la ciudad vecina, nos asustamos, pero no corremos hacía el área devastada. Entonces ¿necesitaríamos justificar este miedo? Sí.

Este tipo de procesos, ha sido incluido dentro de una teoría de la cognitiva humana por Leon Festinger, bajo el nombre de disonancia cognitiva. Esta teoría es un estado de tensión que se produce cuando un individuo mantiene simultáneamente dos certezas (ideas, actitudes, creencias, opiniones) psicológicamente incompatibles. Es decir, dos certezas son disonantes si, estando lejos, la opuesta a una sigue a la otra.
 Un ejemplo sería el de una persona que fuma habitualmente. Ésta, lee el informe del ministro de sanidad relacionado con que fumar produce cáncer de pulmón. El sujeto experimenta una disonancia, puesto que, su certeza es “fumo cigarrillos” que es disonante con “fumar cigarrillos produce cáncer”. Sin duda el modo más eficaz de reducir la disonancia es abandonar el tabaco. Pero ¿qué ocurre si una persona quiere dejar de fumar y fracasa? ¿Qué le hará reducir la disonancia? Intentará modificar  que “fumar cigarrillos produce cáncer”, es decir, intentará convencerse de lo contrario. Puede llegar incluso a pensar que, fumar es una actividad  muy grata y agradable.

La teoría de la disonancia cognitiva, presenta al hombre como a un animal racionalizador. La motivación del hombre, es creer que está en lo cierto.

 Reducción de la disonancia y conducta racional
Es una conducta inadaptada, y puede pedir que una persona aprenda derechos importantes o descubra verdaderas soluciones a sus problemas. Por otra parte, la conducta reductora de disonancia defiende al yo; reduciendo la disonancia mantenemos una imagen positiva de nosotros mismos. Aunque una conducta defensiva del yo, puede ser útil, puede tener consecuencias desastrosas.
Según un estudio realizado por Edward Jones y Rika Kohler, seleccionaron a un grupo de individuos comprometidos con una posición en el asunto de la segregación racial. Algunos favorecían la segregación, mientras que otros se oponían a ella. Entonces, se les permitió que leyesen  una serie de argumentos a favor y en contra. Algunos de estos razonamientos, eran inteligentes, mientras que otros  eran tan sensatos que lindaban con lo ridículo.  Los investigadores, estaban interesados en determinar qué argumentos determinarían mejor a esas personas. En el lugar del hombre racional conservaría todos los argumentos sensatos, descartando al mismo tiempo los argumentos ridículos. ¿Qué predice la teoría de la disonancia cognitiva? Cuando una persona lee o escucha un argumento estúpido favorable a su propia posición experimenta cierta disonancia.
Esta teoría, sugiere  simplemente que gran parte de nuestra conducta no es racional, aunque desde dentro pueda parecer realmente muy sensata. En general, todos somos capaces de una conducta racional, y de una conducta reductora de disonancia, según sean las circunstancias.

La disonancia como resultado de tomar una decisión
Tras una decisión especialmente difícil, las personas experimentan casi siempre disonancia. Y si es así porque rara vez son enteramente negativas. Como por ejemplo, el de comprar una televisión. Si tiene la duda de elegir entre dos, ¿cuál elige? Un buen modo de reducir esta disonancia, es buscar información positiva sobre la televisión elegida y evitar la información negativa sobre ella. Tras una decisión, las personas intentan confirmar la sabiduría de esa decisión buscando información en tal sentido.
Según el experimento realizado por Jack Brehm fingiendo ser un experto en marketing, mostró a varias mujeres aparatos distintos, así como un tostador y cosas semejantes. Y pidió que valorasen en función del atractivo que ejercían sobre ellas. Como recompensa dio a cada mujer uno de esos aparatos.
Cualquier noción referida a aspectos negativos es disonante con el hecho de elección, y y cualquier dato sobre los aspectos positivos del objeto no elegido,  es disonante con el hecho de no haberlo elegido.

Importancia de la irrevocabilidad
Una de las claves que decide si una persona se comprometerá o no en distorsiones y reevaluaciones tras una decisión es la irrevocabilidad de la decisión.
Las personas, están más seguras de estar en lo cierto después de que nada puedan hacer ya al respecto.

La decisión de comportase inmoralmente
 Tras realizar un experimento, con un grupo de estudiantes de secundaria, Judson Mills midió las aptitudes que tenían los alumnos hacia el hecho de copiar. La situación fue preparada de tal manera que resultaba casi imposible ganar sin copiar, y para los muchachos era fácil pensar que lograrían copiar sin ser sorprendidos. Como podría esperarse, hubo alumnos que copiaron y otros que no. En general, quiénes habían copiado se hicieron más tolerantes, y quienes resistieron la tentación adoptaron una actitud más intolerante. De tal manera que, los que estuvieron apunto de caer en el peligro y de abandonarse a esta tentación, al fin resistieron. Las personas que se decidieron a vivir en casas de cristal son frecuentemente las más propensas a tirar piedras.
Todo depende de qué conducta sirva mejor para reducir la disonancia en el caso dado. Una persona que comprende la teoría puede crear las condiciones adecuadas para inducir a un cambio de actitud en otras personas haciéndolas vulnerables a cierto tipo de creencias.
 La psicología de la justificación inadecuada
El cambio de actitud, como medio de reducir una disonancia no se limita a situaciones de posdecisión. Puede producirse en otras muchas decisiones, entre las cuales se incluyen todas las veces que una persona diga algo sin creerlo, o realiza una acción estúpida o inmoral. 
Decir que algo que no te gusta, te gusta, se denomina disonancia provocada por una contradicción, que puede ser reducida rápida y fácilmente, por la certeza en el sentido de que es importante no herir a las personas. Es un modo eficaz de reducir la disonancia, que llamamos justificación externa.
Si un individuo  enuncia una creencia difícil de justificar externamente, intentará justificarla interiormente, acomodando sus actitudes hacia esa declaración.
Por una parte, es la idea de que este bien decir una mentira piadosa para no herir los sentimientos de una persona. Por otra, es que una persona esté borracha y, como consecuencia, no sea responsable de sus propias acciones. Y la tercera y última, es la recompensa.
Muchas veces, cuando hablamos, decimos cosas que no creemos, pero que al decirlas las afirmamos. De modo que llegamos a la conclusión de que, “decir es creer”. Esto es, la teoría de la disonancia predice que llega un momento en que nos creemos nuestras propias mentiras, pero sólo si no hay una abundante justificación externa para hacer esas declaraciones que contradicen nuestra actitud original.
A veces, llegamos a extremos, así como el conformismo. Cuanto mayor es la recompensa mayor será la probabilidad de conseguir ese sometimiento. Para producir un cambio efectivo en las actitudes, cuanto mayor sea la recompensa, menos probable es que se produzca cualquier cambio de actitud.
Según un experimento que realizaron Festinger y Carlsmith
Pidieron que un grupo de estudiantes universitarios realizaran una serie de tareas muy aburridas y repetitivas. El experimentador les mando mentir sobre la tarea hecha. A algunos estudiantes les ofreció 20 dólares por decir una mentira y a otros tan solo 1 dólar, cuando finalizó el experimento, el experimentador les pregunto a los mentirosos, hasta que punto había disfrutado con las tareas del experimento. Los que habían recibido 20 dólares por mentir decían que había sido una tarea grata, mientras que las otras personas tendieron efectivamente a creer en la verdad de su declaración  Conclusión: Cuanto menor es la recompensa mayor es el cambio de actitud.
Disonancia y concepto de uno mismo
En el experimento de Festinger y Carlsmith, la declaración de disonancia era: la certeza “considero aburrida la tarea” es disonante con la certeza “dije que la tarea era interesante”. No es que la certeza “ yo dije x sea disonante con la certeza creo no x” es decir es disonante mi certeza de que soy una persona veraz, decente y razonable. Su certeza, de ser una persona buena y decente, es disonante con su certeza de que ha dicho algo en lo cual no cree.
Recompensas inadecuadas aplicadas a la educación
 La recompensa insuficiente se aplica a todas las formas de conducta y no simplemente a las declaraciones contrarias a la propia actitud. Para reducir la disonancia  atribuyen buenas cualidades a tarea y por consiguiente disfrutan más del trabajo con un salario escaso que con uno elevado. Este fenómeno tiene amplias consecuencias. Por ejemplo, pensemos en una clase de enseñanza primaria, si quieren que un alumno recite un vocabulario extranjero deben recompensarle (con buenas notas, regalos...) son justificaciones externas adecuadas. Si las recompensas externas no son demasiado altas, el alumno añadirá su propia justificación a la hora de realizar los ejercicios de vocabulario, incluso puede hacer un juego de ello. En resumen, está más propenso a seguir haciendo ejercicios de memoria después de terminar la escuela cuando las recompensas no existen. Por una parte, a los educadores no les importa que las disfrute o no, siempre que las domine, por otra parte si él disfruta con ellas puede llegar a dominar mejor el tema y retenerlo indefinidamente.
 Castigo insuficiente
Las recompensas que recibe una persona por decir algo son escasas. El mismo proceso funciona para el castigo. En la vida cotidiana, nos vemos enfrentados a situaciones donde los encargados de mantener la ley y el orden nos amenazan con castigos, sino nos peleamos a la existencia de la sociedad. En la escuela, los chicos saben que si copian en un examen y les cogen, serán humillados por el profesor y castigado severamente, motivo por el cual, aprenden a no copiar cuando el profesor está en clase vigilándoles.
En definitiva, el uso de las amenazas, castigos duros...como medio de conseguir que alguien deje de hacer algo agradable para él, exige un apoyo y una vigilancia constantes. Sería mucho más eficaz y exigiría muchas menos restricciones que las personas pudiesen disfrutar haciendo la cosas adecuadas a su propia salud y bienestar ya la salud de uno mismo y el resto
La justificación del esfuerzo

La teoría de la disonancia lleva a predecir que cuando una persona lucha mucho por conseguir una menta, esa meta será más atractiva para él, que para quien consigue lo mismo sin ningún esfuerzo o con esfuerzo pequeño. Según el estudio que realizaron Judson y Aronson con universitarias que se ofrecieron a reunirse regularmente para discutir diversos aspectos de la sicología del sexo. Se advirtió de antemano que para intervenir se haría un test destinado a asegurar que las personas admitidas podían participar abierta y libremente en discusiones sobre el sexo. Un tercio de las mujeres fueron sometidas a un duro proceso de iniciación que les exigía recitar en voz alta una lista de palabras obscenas y algunos pasajes sexuales bastante escabrosos. Otro tercio de ellas sufrió un proceso de iniciación suave recitando una lista de palabras sexuales peor no obscenas. El tercio restante quedó admitido al grupo sin sufrir iniciación alguna. A continuación se les pidió a todas ellas que escucharan un coloquio dirigido por los miembros del grupo al que acaban de unirse. Aunque fingimos ante ellas que la discusión era en vivo, fue una cinta gravada. Todo se `preparó para que cada mujer e preparara el mismo coloquio aunque hubiesen atravesado una iniciación distinta. Una vez terminada pedimos a cada sujeto que valorasen el coloquio sobre la base de cuanto le había gustado etc. Los resultados fueron: quienes habían hecho poco o ningún esfuerzo no disfrutaron con el coloquio, sin embargo quienes atravesaron una iniciación dura, lograron convencerse a si mismas de que esa discusión era interesante y merecía la pena.
 La justificación de la crueldad
 Las personas  necesitan convencerse a sí mismas de que son seres decentes y razonables. Supongamos que queremos realizar una acción que provoca un gran perjuicio a una persona inocente. Supongamos, además, que el perjuicio fue real y nada ambiguo. Su certeza “ soy una persona decente, justa y razonable” será disonante con su  certeza “ he herido a una persona”. Uno de los principales descubrimientos de este experimento, fue que los sujetos involucrados para realizar esta función lograron convencerse a sui mismos de que no estimaban a la victima de su crueldad. En resumen, tras decir cosas que sin duda herirían al otro, se convencieron de que lo merecía, es decir, le consideraron menos atractivo que ante de herirle.
Dicho de otro modo puesto que las personas buenas no van por ahí hiriendo a criaturas inocentes, es preciso que hayan merecido todas y cada una de las maldades.
Los que fueron llamados a creer en una futura venganza, no redujeron su respeto por las victimas, En definitiva, puesto que eran capaces de vengarse, se reducía la disonancia.
 La psicología de lo inevitable
 En cierto experimento que realizo, Jack Brehm reunió a una serie de niños que se ofrecieron para comerse una clase de verdura que detestaban. Tras habérselo comido, el experimentador indicó a la mitad de los niños que tendrían que comer mucha más en el futuro, a los chicos restantes no les informó en tal sentido. Los llevados a creer que era inevitable seguir comiendo esa verdura en el futuro, lograron convencerse de que en realidad no era tan mala.. En resumen, la certeza “estará comiendo verdura en el futuro” es disonante con la certeza “estaré comiendo esa verdura en el futuro”. A fin de reducir la disonancia, los niños llegaron a creer que la verdura no estaba tan mala como antes. También se muestra en las personas adultas.

La importancia de la propia estima

La forma más profunda de compromiso se produce en situaciones donde está en juego la propia estima. De este modo, si se realiza una acción cruel amenazo mi propia estima, porque esto suscita en mi mente la posibilidad de ser una persona cruel o estúpida.. Por una parte, los individuos con un concepto más alto de sí mismos experimentan también una disonancia máxima cuando se comportan de modo estúpido o cruel.¿Qué sucede cuando una persona se tiene muy poca estima? Si cometiese una acción estúpida e inmoral no experimentaría tanta disonancia. Su certeza “he hecho algo inmoral” es consonante con su certeza “soy un estúpido”. En definitiva, una persona que se cree estúpida, espera hacer cosas estúpidas. Otro modo. Por otra parte, la persona que tiene un concepto elevado de sí misma tiende a resistir más la tentación de cometer una acción inmoral, porque comportarse inmoralmente le produciría mucha disonancia.

Efectos psicológicos y motivaciones de la disonancia
Según un experimento que realizó Philip Cimbrado, sometieron a un gran número de personas a intensas descargas eléctricas. La mitad de esas personas estaban en situación de alta disonancia. Se vieron inducidas a comprometerse en la experiencia a cambio de una pequeña justificación externa. Mientras la otra mitad, se encontraba en situación de baja disonancia, es decir carecían de elección y tenían mucha justificación externa. Los resultados, mostraron que personas en situación  de alta disonancia decían experimentar menos dolor que las personas en situación de baja disonancia.. por otra parte, e dolor de los sujetos en situación de alta disonancia interfería menos con las tareas que estaban realizando. De este modo, no sólo informaban sentir un dolor menos intenso, sino que ese dolor afectaba menos intensamente su conducta.

Una mirada crítica a la teoría de la disonancia cognitiva
En la ciencia, las teorías casi nunca son estáticas. Una teoría se propone con la finalidad de dar sentido a un acontecimiento que aparentemente no guardan relación entre sí.
Vamos a analizar la teoría de la disonancia cognitiva. Ha demostrado ser un medio útil para la observación de la interacción humana.
El ejemplo, que hemos visto al principio del resumen, el de los cigarrillos, es disonante, puesto que sabemos que la mayoría de la gente no quiere morir. Pero a veces resulta difícil estar seguro sobre lo que es psicológicamente incompatible para cada persona.
Supongamos que una mujer entra en una cafetería, observa todos sus postres y elige un mousse de chocolate, y comienza a comérselo. ¿Qué es lo que hay que deducir de esta acción? Sencillamente que ha ella le guste el mousse de chocolate. Dado que tiene libertad para elegir y un buen número de opciones, elige ese porque le gusta.
Es imposible vivir dentro de la pura consonancia
Si a una persona, sólo le importa  proteger su yo, jamás crecerá. Para crecer es preciso aprender de nuestros errores. Si una persona está intentando reducir disonancia, no admitirá sus errores, sino al contrario, de tal manera que, los trasformará en virtudes.
Las personas maduran y sacan frecuentemente provecho de sus errores

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